miércoles, 22 de febrero de 2017

Se aprende de los propios errores


Hola de nuevo: 

En la primera de las catas, que celebramos -creo recordar- el 27 de enero, aprendimos de la misma manera en que lo hacen los científicos cuando experimentan. En lugar de aplicar ciegamente las opciones decididas previamente para las catas -elegir una u otra cola-, comprobamos que estábamos falseando el experimento al constatar que no eran pocos los que dudaban, porque les parecían sabores muy similares. 

Estaba pues claro que era necesario incluir esa opción para ajustarse más a la realidad que queríamos observar.

En esto vamos a mejorar la investigación de vuestros compañeros del curso pasado. 

Pero los errores no vienen solos, y aquella primera cata tuvimos que suspenderla porque no se correspondían los resultados de una y otra cata: no salían las cuentas. Los que recogían los datos se hicieron un lío.

Aprendimos de los errores, sí, pero no del todo. Cuando me he puesto por mi cuenta a pasar los resultados del segundo día de catas, con un grupo volvía a pasar lo mismo. Es el que viene en rojo en la captura de pantalla que he hecho:


Estas son las fotos que tomé de los resultados:






¿Qué vamos a hacer en la hora que tenemos de clase?

Yo os propongo lo siguiente:
  1. Cotejar estos datos con los recogidos por los secretarios. Pudo haber algún error con las prisas que nos tomamos. 
  2. Comentar libremente sobre la experiencia aquí, en los comentarios.
  3. Empezar de una m/p vez vuestros blogs. No quiero pensar que alguien os ha echado un mal de ojo.